La espondilitis anquilosante (EA) es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a la columna vertebral y puede llevar a un dolor y malestar severos y prolongados. El manejo de la EA a menudo requiere un enfoque multifacético, que incluye medicación, fisioterapia y ajustes en el estilo de vida. Un aspecto del manejo que está ganando atención es la gestión del estrés, ya que el estrés puede exacerbar los síntomas e influir potencialmente en la progresión de la enfermedad. En este contexto, las aplicaciones y herramientas de seguimiento del estrés ofrecen una vía prometedora para que los pacientes monitoreen y gestionen sus niveles de estrés de manera efectiva.

Entender el vínculo entre el estrés y la espondilitis anquilosante es crucial. Se sabe que el estrés desencadena inflamación en el cuerpo, lo que puede empeorar los síntomas de enfermedades autoinmunes como la EA. La respuesta del cuerpo al estrés implica la liberación de hormonas como el cortisol, que, en exceso, puede llevar a un aumento de la inflamación. Para las personas con EA, gestionar el estrés no solo se trata de mejorar el bienestar mental, sino también de controlar los síntomas físicos.

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