La inflamación es una parte natural y esencial de la respuesta inmunitaria del cuerpo. Es el proceso mediante el cual el sistema inmunológico reconoce y elimina estímulos dañinos, como patógenos, células dañadas o irritantes, y comienza el proceso de curación. Sin embargo, cuando la inflamación se vuelve crónica, puede conducir a una serie de problemas de salud, incluidas enfermedades autoinmunes, enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer. Aunque muchos factores contribuyen a la inflamación, investigaciones recientes han destacado el papel significativo del intestino en la regulación de este complejo proceso.

El intestino, a menudo referido como el tracto gastrointestinal, alberga trillones de microorganismos colectivamente conocidos como la microbiota intestinal. Estos microorganismos incluyen bacterias, virus, hongos y otros microbios que coexisten en un delicado equilibrio. La microbiota intestinal desempeña un papel crucial en varias funciones corporales, incluida la digestión, el metabolismo y la regulación del sistema inmunológico. Se reconoce cada vez más que la microbiota intestinal tiene un impacto profundo en la inflamación en todo el cuerpo.

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